HABLANDO DE MÍ

    Mi nombre es Mª del Carmen del Pozuelo Romero, Carmen para los que dudéis. Nací un 23 de julio de 1980 en Madrid, y resido en Leganés.

Mi Niñez y Adolescencia                             

    Fui al Colegio Público Gerardo Diego, pionero en aquellos tiempos y muy bien considerado actualmente por su método educativo. Lo mío fue de E.G.B (Educación General Básica), un modelo prácticamente desconocido en nuestros días.

   A los 14 años tocó el paso dolorosa al instituto. ¿Qué iba a ser de mí?, ¿qué pasaría con mis impecables notas del colegio?. ¿con mi afición a la escritura?, ¿con mis amigas?...Pues pasó lo que tuvo que pasar: me toco crecer.
    Tenía claro que para llegar a hacer una carrera tendría que pasar por el "insti", y nada de Formación Profesional, que por aquella época era para los "malos" estudiantes. Así que nada, comencé mis cuatro años en el Instituto Butarque, completamente sola y rodeada de desconocid@s  que siguen formando hoy parte de mi vida.
    El primer año como "pardilla" fue el peor. No solo me tocó integrarme (como a tod@s, claro), si no que además tenía que hacer frente a un montón de materias nuevas que nada tenían que ver con todo lo dado en el "colé".
    Pero bueno, no fue mal. Hice compañer@s de todo tipo y me centré en estudiar y esforzarme. Además empecé a perfilar mi vocación por las letras más que por las ciencias,  y conocí a una de las profesoras que más me motivo durante ese año y posteriores. Una profesora de literatura que adoraba su trabajo y supo trasmitírnoslo.
    Las Matrículas de Honor en Literatura, fueron seguidas por otras en Latín, y 9 y 10 en Historia y Filosofía. Y aunque no servían de nada, la verdad es que era genial leerlas en el papel y enseñárselas a mis padres.
     Y en Tercero de BUP llegó, una vez más, la otra gran decisión: ¿Me voy a ciencias con todas mis amigas?, ¿Me quedo sola una vez más en letras? Pues bien, esto último fue lo que hice, pero a medias. Tuve que coger "letras mixtas" ya que fui la única persona del instituto que pidió Griego para hacerlas "puras". Y, evidentemente, no me lo dieron. 
     Así que pasé un 3º bueno, y un COU más o menos pasable (he de reconocer que no se me dio tan bien como me había ido hasta entonces).
      Y ahora sí: SELECTIVIDAD y a elegir carrera.
     El recuerdo que tengo  de esos días es de muchos nervios, mucho estudiar y mucho alivio cuando la hice. Algunos exámenes con muy buenas notas (los de letras claro), y otros con no tan buenas notas (ciencias, claro).

La Carrera

    Y la carrera, pese a algunos intentos de convencerme de lo contrario, fue si o sí: PSICOLOGÍA. Tenía claro desde siempre quería comprender el porqué hacemos lo que hacemos, nos comportamos como nos comportamos, sentimos lo que sentimos, pensamos lo que pensamos, porqué lo normal es normal y lo que no, no lo es, y un largo etc que rondaba siempre mi cabeza.
    De mis padres recibí todo el apoyo aunque siempre ponían la coletilla de ¿pero hija, qué salidas tiene esto? Y aunque yo no sabía ni la mitad, no me cabía duda alguna de que yo quería ser PSICÓLOGA. Así que con el orgullo de ser la primera universitaria de mi familia, me acompañaron en este largo proceso de hacer una carrera.
    Elegí la UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID, porque me permitía elegir especialidad en     3º (PSICOLOGÍA CLÍNICA Y DE LA SALUD).
    Y así comenzó mi primer año, en el Campus de Somosaguas, junto a Económicas y Trabajo Social (no entendí nunca quién decidió que Económicas debía estar allí). Los lagos viajes en el "H" desde Aluche, las tardes de los viernes en Humera, mis nuev@s compañer@s (hoy en día amig@s)...
   Pero lo mejor de todo fue el mundo que se abría ante mí. No solo me hablaban de teorías de la mente o del comportamiento, si no también de cómo medirlas, de dendritas y cromosomas; de conos, bastones y axones; de Beta y Alfa; de Varianzas y Medias; de si A entonces B; de Sto. Tomás; de letras movidas y enfermedad mental... FASCINANTE.
    Carmelo Vázquez, C. Larroy, Miguel-Tobal, entre otros muchos de los que ya ni recuerdo sus nombres, fueron algunos de los profesores con los que tuve el honor de de estar.
     El primer año fue duro sobre todo por el cambio. Pero mi esfuerzo y mi constancia diaria me permitieron superar ese primer año en el que muchos abandonaron. Y ni las asignaturas "huesos" se me resistieron: Matrículas de Honor en Estadística y Lógica y Computación, y notas de 8, 9 y 10 en todas las demás.
    La verdad es que, en años posteriores la dificultad fue creciendo y mis notas bajando. Pero da igual. Como siempre había hecho hasta entonces, me dediqué a lo que en ese momento era mi obligación: estudiar. Y año tras año, hasta completar los cinco, me saqué una por una todas las asignaturas sin llevar nunca nada a Septiembre. ¿Acaso no me merecía disfrutar del verano?
    Y por fin la Graduación en la Promoción del 2003...ahora, a salir al mundo!

Las Prácticas

    Mis prácticas fueron durante el último año. En Noviembre del 2002 y hasta Junio del 2003, estuve "trabajando" como Psicóloga en la Asesoría de Sexualidad del Centro de Jóvenes de Leganés, bajo la supervisión de Carlos de la Cruz, responsable del postgrado y miembro de la subdirección del Instituto Universitario de Sexología ((IUNIVES).
   En mis prácticas, junto a otras compañeras, elaboré todo el material que posteriormente impartimos a todos y cada uno de los colegios de Leganés. Fue mi primer contacto con la "formación" y desde luego os digo que con el tema del que hablábamos, supuso una "inundación" en toda regla. Os aseguro que desde aquel momento, nunca tuve problemas para exponer ante mucha gente.
    Además, tuvimos la oportunidad de recibir formación sobre el tema, organizar y asistir a conferencias, y poder tener contacto con otros profesionales de la Psicología y de otras ramas sociales.
   Pero la Sexología no era mi camino....

El Trabajo

    El año terminó pronto sin trabajos serios a la vista, así que decidí presentarme al examen para Psicólogo Interno Residente (PIR) para el 2005, más para tener la sensación de no estar perdiendo el tiempo que por la intención de sacármelo. Fue un año duro de estudio que tuve que hacer compatible con los trabajos que me fueron saliendo. Pero aún a años luz de no haber sacado plaza, aprobé el examen...no está mal. Y mejor aún, hice un repaso de toda una carrera en poco más de un año que duró mi preparación.

    La verdad es que mi primer contacto con el mundo laboral no fue cuando salí de la carrera. En cuanto cumplí los 18 comencé a moverme por agencias y ETT para ir consiguiendo unas pelillas. Hacía promociones de productos invendibles, y los fines de semana servía agua y vino en bodas, bautizos y comuniones... Lo recuerdo con cariño.
    La última vez que trabajé por una ETT fue la Navidad del 2003-2004, vendiendo bolsos en una conocida tienda de Leganés. Y allí fue donde llegó mi primera oportunidad...¡nunca se sabe dónde puedes encontrar a alguien que te ayude! Entonces es cuando aprendí que  no había que decir nunca no a nada. De todas las experiencias se saca algo positivo, siempre.
    Una de las chicas con las que trabajaba me comentó que su hermana, Trabajadora Social, era responsable de una Asociación en Fuenlabrada llamada Proyecto Aqela. En esos momentos estaban buscando formar  equipo para comenzar el curso, así que podía darle mi CV a ver qué ocurría.
   Y así hice, y meses después, casi ya en verano hice la entrevista y comencé a trabajar como Psicóloga y Monitora en la Asociación Proyecto Aqela. La asociación acogía durante 3 horas por la tarde a adolescentes entre 14 y 17 años con problemas familiares, escolares, drogas, etc. Mientras el grupo de los pequeños estaban con mi compañero Chemi en informática, yo estaba con el otro grupo en un aula, apoyándoles con los estudios, realizando talleres, videoforums y debates en general de aquello que les inquietaba. También trabajábamos con sus familias. Y después, cambiábamos.
     Y en Junio del 2005 acabó el proyecto y con ello, mi trabajo con los chavales.

    Pero el 2004 fue provechoso en temas de empleo. En Enero de ese año, y gracias a una amiga que llevó mi CV, comencé mi andadura en Workcenter S.G.D. Mis comienzos fueron como atención al cliente de dos de las tiendas de Madrid, pero fue una experiencia que me hizo coger soltura con el trato directo a la gente y sacar partido al máximo de mi memoria y atención.
    Me enteré de una vacante en el Departamento de Administración (en el que se incluía la selección y la formación) y presenté mi candidatura. Hice la entrevista con la que posteriormente fue mi jefa, y allí me planté sin que nadie diese dos duros por mí.

   Al comienzo fue duro para mi. A mi inexperiencia en el ámbito del trabajo, se sumaba una jornada reducida que me permitía compatibilidad mi actividad por las tardes en Aqela.  Fueron meses de correr , correr y correr. A las 15.00 cogía el metro de Madrid a Leganés, para llegar a las 15.30 comer en 10 minutos y salir pitando en tren a Fuenlabrada para entrar en la Asociación a las 16.15.
   El esfuerzo mereció la pena ya que me permitió trabajar en ámbitos totalmente diferentes que me fascinaron por completo.

   Y seguía mi trabajo seleccionando al personal de tienda y formando a los novatos y no solo en Madrid, si no también en Sevilla, Valencia y Barcelona. Mi primer contacto con ese mundillo que, aunque nunca me imaginaba en Recursos Humanos, me gustó. Entrevistas, dinámicas, diseño de perfiles, anuncios , supervisiones de personal, reuniones, aperturas de nuevas tiendas y un etc tras otro etc que se sumaban a mis labores diarias. En un año me hicieron totalmente responsable del personal base, de su selección y formación.

    En verano del 2005, y gracias a un contacto que hice en Aqela, La Liga Española de la Educación y la Cultura se puso en contacto conmigo , Trabajé durante el verano de ese año en una biblioteca situada en la piscina pública de Fuenlabrada como Psicóloga, asesorando a jóvenes y adultos sobre trastornos de alimentación, drogas y sexualidad.

    Y llegó el 2006, y después de dos años en Workcenter decidí que no me podía estancar tan pronto y necesitaba avanzar más profesionalmente. Así que cogí las Páginas Amarillas y mandé cientos y cientos de CV a asociaciones, empresas, organizaciones y ONG`s donde podía encajar mi perfil. Qué fácil fue entonces! El teléfono no paraba de sonar!
   Y tras varias entrevistas y siendo seleccionada para dos puestos, tuve que elegir entre ser responsable de una oficina de Adecco en Madrid o ser Psicóloga en la Asociación Víctimas del Terrorismo.
   Se me abría una oportunidad ante mí que no podía rechazar. ¿Continuar el trabajo que había realizado hasta ahora seleccionando y formando? o ¿Comenzar a trabajar en serio como Psicóloga Clínica que es lo que yo quería? La cosa estaba clara, comenzaba a despegar como clínica.
   
    Y en Junio del 2006 empezó la que quizás fue la experiencia laboral más importante de mi vida hasta el día de hoy. Totalmente inexperta  en el mundo de los trastornos psicológicos, me plantaron con un DSM y ante mucha gente que pedía a gritos ayuda.
    Mis primeros meses se resumen en cientos y cientos de lecturas sobre el terrorismo el estrés prostraumático, la depresión, la ansiedad,... ¿por qué no me contaron esto en la carrera? Pero pronto tuve mi primer paciente, y el segundo, y el tercero, y así hasta llegar a más de un centenar repartidos por toda España.
    No era consciente de la envergadura del lugar dónde estaba trabajando. Por aquel entonces la AVT, con un pasado oscuro, no dejaba de salir en los medios de comunicación dando "guerra". Pero, aún cargada de un gran tinte político, la labor que no salía a la luz, la de mis compañeros y compañeras y sobre todo la del Departamento Psicosocial, ayudaba diariamente a cientos de personas destrozadas por la barbarie terrorista.
    Tuve la oportunidad de trabajar en un equipo multidisciplinar de Trabajadoras Sociales, Psicopedagogas y otras Psicólogas que entraron un año más tarde. Pero además, conocí a muchos Psicólogos y Psicólogas de España a los que terminé supervisando, otros de gran renombre como Raúl Nehama, Francisco Orengo o el gran Enrique Echevurúa; hice colaboraciones con periódicos nacionales; trabajé con el Colegio Oficial de Psicólogo de Madrid (COPM); realicé  viajes para conocer a gente de otras comunidades; preparé e impartí talleres; y muchas tareas más que ocuparían líneas y líneas de este blog.
    Pero no contenta con ellas, y echando de menos el tema laboral, decidí también encargarme del voluntariado (selección y formación) y de la bolsa de empleo (prospección, talleres, intermediación, entrevistas).
     De las últimas experiencias que recuerdo, quizás el acompañamiento diario a las víctimas del 11-M al juicio, fue da las que más me marcó. Gracias a ello, el COP de Madrid, a mis compañeras y a mí, nos reconoció  como Psicóloga Experta en Acompañamiento a Víctimas en Juicios.
    Pero no todo dura eternamente... y tras las elecciones en 2009 del nuevo presidente de la Asociación, se nos comunicó que se iba a cambiar totalmente de equipo, sin más. Y en Enero del 2010, siendo de las últimas personas en salir, terminó mi aventura con las víctimas del terrorismo.

   Y ahora, ¿qué? No sabía por donde tirar, qué hacer, cómo buscar! Decidí, una vez más, prepararme unas oposiciones para una bolsa de empleo mientras buscaba trabajo. Y además, era el momento de emprender.
   Esta aventurilla del autoempleo nos duró poco a mi socia y a mí. Nueve meses después de abrir AMC Psicólogas en una céntrica calle de Toledo, nuestro casero comenzó a tener problemas con el ayuntamiento. Así que después de muchos quebraderos de cabeza y muchos papeleos, decidimos muy a nuestro pesar,  posponer ese proyecto para más adelante. Todavía no era el momento de cumplir nuestro sueño.

   Y en Septiembre del 2010 y tras 9 meses de desesperante paro, me llamaron del INEM para una oferta como Orientadora para el Empleo y el Autoempleo (OPEA) con la Fundación Instituto Ciencias del Hombre. Y una vez más y durante seis o siete meses me dediqué a la elaboración de perfiles profesionales, al acompañamiento y supervisión en la búsqueda de empleo, a la búsqueda de recursos laborales y a la impartición de los talleres BAE, INMA, y DAPO de empleo, autoempleo y motivación, para que nos entendamos.

   Pero aunque pronto acabó, me abrió las puertas para trabajar meses después como Técnico de Empleo y Formación en el CEPI Hispanoamericano Sur de Leganés (Centro de Integración y Participación de Inmigrantes), mi último trabajo. Además de todo lo que había hecho en la OPEA, se me permitió realizar talleres de carácter más psicológico. Formé parte de la Mesa de Empleo de Leganés y del Estudio Sobre Inmigración de la Dirección General de Inmigración. Y como no, trate y ayudé a muchas personas que lo necesitaban.
    Además, junto con mi compañeras, creamos una red de contactos con servicios de empleo de Leganés e hicimos prospección para poder crear así una bolsa de empleo para los desempleados. Además, conseguimos coordinar una serie de actividades fijas mensuales que fueron las que, en algunos momentos, mantenían el centro a flote.

      Meses después entré como Técnico de Empleo en FAMMA COCEMFE...nada que decir de esa breve experiencia, que duró poco pero aseguro que fue intensa.
        Tras esta fugaz propuesta y por motivos personales, decidí que durante un año únicamente iba a centrarme en realizar el MÁSTER INTERNACIONAL EN PSICOLOGÍA CLÍNICA, que me ayudaría a conseguir mi registro como Psicólogo Sanitario tiempo después.

          Y tras casi dos años dedicada a mi formación y con trabajos esporádicos en una clínica privada, llego el día de hoy como COORDINADORA DEL CENTRO OCUPACIONAL DE LA FUNDACIÓN FAD para la ayuda del discapacitado intelectual...todo un reto.


La Formación


    Lo más destacado desde luego ha sido mi reciente título en el MÁSTER INTERNACIONAL DE PSICOLOGÍA CLÍNICA Y DE LA SALUD (Asociación Española de Psicología Conductual), siendo la primera de mi promoción con un 9,5.
    Bueno, y poco más que decir. Todos estos años han pasado no solo a nivel laboral, si no también intentando formarme y conocer y profundizar en otros campos. Algunos títulos como el de Mediadora Sociolaboral o como Psicóloga Formadora de la DGI, han sido los que recientemente e ido sacando. Y como no, el inglés, mi asignatura pendiente que no dejo nunca.
    Y otros curso muy dispares, pero siempre con un objetivo: aprender. Desde a elaborar de forma correcta informes psicológicos, hasta conocer de forma detallada los planes estratégicos de una empresa. Desde poder actuar con chavales a través del Hip Hop, a realizar una entrevista por competencias de forma adecuada. Pasar de saber las consecuencias psicológicas de una separación a saber hacer una gestión de los recursos humanos de una empresa.
    Cada momento demanda lo suyo. Eso es todo.


 




    


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